16 de diciembre de 2011

BARCELONA


Este verano, como Maria se aburría, me organizó el pedazo de viaje. Nos fuimos a Barcelona de turisteo tres días y nos sobró uno. ¡Así terminaron nuestros pies! Menos mal que llevamos Trombocid...jejejje.
No se cómo nos las arreglamos el primer día, no teníamos mapa y andábamos con el plano del metro. Hacía...no se...como mil grados y por si fuera poco el agua de la ciudad era asquerosa. 
El hostal en que nos alojamos era precioso y casualidad eran fiestas del barrio: verbena, mojito party, txonis, cena junto al alcalde...
Lo que más me gustó fueron las vistas desde el Tibidabo, la playa (el agua estaba tan calentita), la fuente Mágica de Montjuic la cual vimos en primera fila, el parque del laberinto de Horta... pero sobre todo la casa Batlló.



























































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